Este día fue designado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de crear conciencia sobre el cambio climático y los impactos ambientales que este ocasiona.
La emisión de gases de efecto invernadero provoca lo que se denomina "calentamiento global", un fenómeno que hace que el clima varié aceleradamente, de forma anómala, a tal grado que afecta ya la vida planetaria.
En noviembre de 2018, la Organización Meteorológica Mundial informó de que la concentración de gases causantes del cambio climático había alcanzado un nuevo máximo sin precedentes, sólo comparable al registrado hace entre tres y cinco millones de años. Los impactos de estos gases se notan con el aumento en la temperatura de la superficie de la Tierra, lo que a su vez causa desglaciación, aumento en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, muerte de flora y fauna, etc.
La causa de esta aceleración está relacionada directamente con las acciones del hombre sobre el medio ambiente, un impacto reflejado a través de la huella de carbono. La concentración de CO2 en la atmosfera se atribuye al aumento de automóviles, las fábricas y la extracción del petróleo.
"La huella de carbono es la forma que tenemos de saber cuántas emisiones de gases efecto invernadero van asociadas a aquellos bienes o servicios que consumimos", explica el ambientólogo e investigador en ecología del Observatori del Canvi Climàtic de Valencia, Andreu Escrivà.
"Debemos preguntarnos a nosotros mismos qué cantidad de huella de carbono emitimos", defiende el profesor del Máster de Energías Renovables de la Universidad Europea, Ignacio Aldea.
Para disminuir el daño medioambiental individual es fundamental “calcular, reducir y compensar", según Aldea, quien señala que "debemos saber cuánto emitimos anualmente, para saber qué debemos reducir y qué formas de compensarlas existen".
Dejar de utilizar el automóvil "en la medida de lo posible", cambiar a centrales eléctricas de energía "verde" y replantear el uso del transporte aéreo son algunas medidas accesibles que propone Escrivà, quien considera que "la clave es sentirnos responsables y no culpables" y de esta forma, "no obsesionarnos con los números".
Fuente: COPE
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